Chihuahua, el estado más grande de México, enfrenta una grave crisis hídrica, a pesar de que el país ha registrado una temporada de lluvias por encima del promedio. La presa Las Lajas, ubicada en el municipio de San Buenaventura, se ha secado en un 98% de su capacidad, dejando en alarma a pescadores y agricultores de la región. Esta presa, que históricamente ha sido vital para la agricultura y la pesca en la comunidad de San Lorenzo, es el tercer gran cuerpo de agua en el estado en secarse en los últimos meses.
El impacto en la comunidad
La situación es crítica para los habitantes locales, quienes dependen de la presa para sus actividades diarias. Pescadores como Alfredo González han notado con frustración que, aunque las nubes aparecen, la lluvia no cae en la región. Vemos aquí que están las nubes, pero en realidad no avientan agua... nosotros aquí por el momento estamos secos y es todo el estado, señaló González a la agencia EFE.
La sequía también ha afectado gravemente al ganado, con reportes de animales muertos debido a la falta de pasto y agua. Demetrio Beltrán, pescador de San Lorenzo, expresó su preocupación al afirmar que "nunca se había vaciado la presa, nunca habíamos tenido problemas con eso hasta ahora".
Una sequía que afecta a todo el estado
Chihuahua se encuentra en una situación particularmente difícil, con toda la entidad enfrentando grados de sequía que varían desde moderada hasta excepcional. Esto contrasta con otras partes de México, donde el 50% de las presas del país están al 70% de su capacidad, según informó Germán Martínez, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En la presa Las Lajas, la situación es evidente con peces muertos flotando en la superficie, un triste recordatorio de la gravedad de la sequía. La Laguna de Bustillos y la Laguna Fierro ya habían sufrido un destino similar en junio y julio, respectivamente, lo que subraya la magnitud del problema en la región.
Acciones y preocupaciones de las autoridades locales
Las autoridades locales han declarado la situación como crítica y están buscando alternativas para apoyar a los sectores afectados. Sin embargo, los habitantes consideran que la respuesta ha sido lenta y temen que los efectos de la sequía puedan extenderse más allá de esta temporada. José Alfredo Jiménez, comisario de Policía del Ejido de San Lorenzo, destacó la preocupación por las familias que dependen de la pesca, y aseguró que ya existe una coordinación con el municipio y Protección Civil del Estado para atender la situación.
La sequía en Chihuahua es un claro ejemplo de cómo el cambio climático y la gestión ineficaz del agua pueden tener consecuencias devastadoras, afectando no solo la economía local, sino también la vida de miles de personas. La comunidad espera que se tomen medidas más contundentes para mitigar los efectos de esta crisis antes de que sea demasiado tarde.