Una Aeronave de Virgin Australia realizó maniobras para aterrizar de emergencia luego que los motores expulsaran fuego, durante la noche del lunes 17 de junio en Nueva Zelanda.
El avión un modelo Boeing 737-800 albergaba a 67 pasajeros despegó desde el aeropuerto de Queenstown, en la Isla Sur, y mientras aún cogía altura uno de los motores comenzó a experimentar problemas.
Uno de los motores del avión hacía un ruido tremendo y luego lanzaba llamas () continuó subiendo y el ruido y las llamas cesaron, declaró Nick Lambert, uno de los testigos que vieron volar al aparato desde tierra firme, al diario The New Zealand Herald.
Mientras que dentro del avión, el pasajero Michael Hayward dijo al mismo medio que escuchó una explosión repentina segundos después del despegue.
Las llamas comenzaron a salir disparadas del motor derecho mientras intentaba reiniciarse, apuntó Hayward, al describir escenas de pánico iniciales que, a medida que las llamas se sofocaron, comenzaron a calmarse.