Derivado de los constantes
asaltos a transportistas, la Guardia Nacional vigila, por orden presidencial,
las principales carreteras del país con ayuda de aeronaves no tripuladas que
cuentan con tecnología de punta.
La vigilancia se extiende de día
o de noche, en un perímetro de hasta diez kilómetros de distancia, estas
aeronaves que tiene una envergadura de seis metros de punta a punta de sus
alas, en su versión más grande y otra versión de la mitad de ese tamaño, estos
aparatos son manejados a control remoto desde un tráiler equipado con un amplio
sistema de comunicaciones que permite maniobrarlos con gran precisión.
Por su tamaño, las aeronaves despegan
desde un aeropuerto para que una vez en el aire puedan darle seguimiento a
cualquier vehículo sospechoso, lo mismo que convoyes o cualquier actividad
anormal.
Estas aeronaves no tripuladas
cuentan con una autonomía de vuelo de más de tres horas, puede recorrer hasta
200 kilómetros de distancia con una velocidad que supera los 150 kilómetros por
hora, además de que pueden volar a una altura de 13 mil pies.
La Guardia Nacional desplegó el
pasado 5 de julio, en la autopista México-Puebla, un operativo para recuperar
un camión de carga que contaba con reporte de robo.
Derivado de la problemática que
se ha presentado del robo al autotransporte en las carreteras. Recibimos la
orden presidencial de emplear estos equipos, estas aeronaves remotamente
tripuladas para llevar a cabo la vigilancia y seguimiento en las rutas de mayor
incidencia de robo en autotransporte en los estados de Querétaro, Guanajuato,
Hidalgo, Puebla y Veracruz donde los estamos empleando en la vigilancia de
estas rutas para inhibir y persuadir el robo al autotransporte federal,
mencionó Abel Arriola Cervantes, comisario de la Guardia Nacional.
Estos equipos aéreos remotamente
tripulados cuentan con sistemas de mando y control abordo de un vehículo, con
operadores y los aviones en el aire, más el centro de mando qué es dónde
nosotros podemos operar y coordinar estas aeronaves y también tenemos
observador aéreo en la propia GCS para poder establecer el contacto y
coordinación, explicó.
